Lectura
1 ¡Estar en Madrid es estar en el cielo!
Después
de haber leído tanta información sobre los museos, las iglesias, palacios
y gente famosa de Madrid
en el libro de texto, veamos ahora otros aspectos de la vida de dicha
ciudad. Madrid, capital de
España, es una ciudad llena de vida y cultura.
Los madrileños se levantan temprano aunque trasnochan casi todos
los días de la semana. Un
día típico puede empezar a las ocho de la mañana con un desayuno ligero
(una taza de café o el típico chocolate con churros), antes del trabajo.
Hacia las once de la mañana, todo buen español consume un bocadillo
o “bocata” (como dicen los
jóvenes) de jamón serrano, tortilla, queso o chorizo, acompañado por una
caña (cerveza), vino, Coca-Cola
o Fanta. Hacia las dos de
la tarde, más o menos, se almuerza y se charla durante la sobremesa,
que puede extenderse casi hasta la hora de volver al trabajo, alrededor
de las cuatro o cuatro y media de la Para
el madrileño, después del trabajo, la jornada aún no ha terminado:
¡Ahora hay que divertirse!
Las discotecas, cines y teatros permanecen abiertos y se abarrotan
durante cualquier noche de la semana.
En los fines de semana, muchos jóvenes abandonan las discotecas
de madrugada, ya que la juerga
no empieza hasta las once y media de la noche.
Madrid está siempre animado por su intensa vida nocturna.
En verano cafés y terrazas al aire libre permanecen llenos de gente
que charlando se divierte, al mismo tiempo que consume alguna copa, tapa
o una deliciosa cena. Entre
los platos típicos madrileños no hay que dejar de nombrar el cocido
madrileño, compuesto de garbanzos, repollo, carne, pollo, hueso de
jamón, jamón, tocino, chorizo o morcilla, precedido por la sustanciosa
sopa de cocido. Otro plato
típico es la sopa de ajo, hecha a base de pan, la tortilla de patata y los callos
a la madrileña, elaborados con tripa de vaca y guindilla, picantes
y deliciosos. Entre los platos
de pescado hay que mencionar el besugo
al horno y el bacalao,
sin olvidar la gran variedad de mariscos
que llegan frescos a Madrid desde
las distintas costas españolas.
Todos estos suculentos platos suelen ir acompañados de un buen
vino, casi siempre imprescindible en la mesa española. Pocos postres y dulces se consumen a diario por la familia española que en general prefiere fruta fresca después de sus comidas. Sin embargo, entre ellos, se puede mencionar el típico flan, las natillas y los deliciosos pastelillos, siempre presentes en toda mesa al celebrar cumpleaños, aniversarios o cualquier otra festividad. Otra golosina famosa es el típico turrón que se come durante la Navidad o las exquisitas torrijas de Semana Santa que se preparan con leche o vino tinto.
Justin:
¡Madrid es divertidísimo! Paco:
¡Sí! y… qué
bien que las discotecas están abiertas hasta la madrugada. Justin:
¡Sí, sí y… los bares…¡ ¡Qué riquísimas son las tapas! Paco: ¡Sí, el bocata de jamón serrano y queso que me comí yo anoche estaba impresionante! |